La magia del aquí y el ahora


Y otra de las innumerables mañanas que suave y refrescante acaricia mi piel; donde éste amasijo de huesos, músculos, moléculas y efluvios de todo color y olor, milimétrica y ordenadamente dispuestas y funcionales dadas por la naturaleza, el relojero universal y unos progenitores que decidieron reafirmar su cariño a través de este cúmulo de órganos y materia gris, que entusiastas y y expectantes dieron al "play" de nuestros destinos y senderos vitales.

Donde el universo artísticamente y en contubernio casi perfecto con sus elementos constituyentes: aire, tierra, agua; nuevamente brindan la oportunidad de constituirte en lo que tu quieras; de aprovechar el tiempo conociendo cosas nuevas y útiles, lugares y personas; o sencillamente desaprovecharlo, intentando enterarte del chisme nuevo de la vecina o el famoso de turno o a través de la selfie diaria en el gym, mostrando más carne de la que deberías y donde el único mérito del asunto, es el encuadre y la resolución del bendito aparatito que no lo podemos dejar tranquilo, ni cuando vamos a cagar.


Hablo de esa enigmática y gratificante magia donde confluyen elementos, que generalmente los damos por sentados y por ello son infravalorados hasta el punto de la incomprensión; de esa tranquilidad que te obsequia respirar aire puro; sentir ese cielo radiante y relajado que te la bienvenida y te muestra con la gracia que sabe hacerlo solo ella, su nuevo vestido de un celeste radiante o matizada con algún lunar blanco pomposo y que te invita a jugar una pareidolia desafiante y caricaturesca; de contemplar todavía algún verdor distante, que te ratifica que el organismo está vivo, palpitante y se empeña por no ser sacrificado por el montón de cemento de turno en busca de morada o peor aún con la intención de lucro y ganancia.

Por si fuera poco y sumado a ello un buen café aromático y energético; la sonrisa de la pareja que todavía encuentra gracia en tus pelos de punta al estilo de un asterisco mal dibujado, tus auroras boreales entrelazadas con un poco de baba y lagañas por montones y esa sorna matinal que dependiendo del día, puede sonar a Mozart en fin de semana o a un perreo para el bostezo en lunes y por ende, el sopapo justificado en este último caso. 

Más cosas, la sonrisa cálida y 100% sincera de tus retoños, que todavía te tienen como el ejemplo a seguir y en cuya historieta vital continúas siendo su héroe, aunque maltrecho, con algún kilo demás y varios pelos de menos; pero héroe eterno y hasta el final.


Ahora la pregunta del caso, con esta perorata inicial aunque justificada como antecedente; acaso todo ello no es motivo de regocijo y agradecimiento permanentes?? es que das por hecho que te lo has ganado sin haber invertido aunque sea un poco de voluntad o te corresponde por ser el afortunado de la vida?? y encima tienes el atrevimiento y osadía de no saber reconocerlo o hasta maltratar ese cúmulo de circunstancias y elementos positivos y gratuitamente otorgados, echando basura donde se te antoja, maldiciendo desde que te levantas, quejándote de todo o jugando con la paciencia del vecino con la bocinita o la música estruendosa.

Pues en ese equilibrio permanente e inmanente de las cosas; y cuando - como creo que lo haces por ser un ser racional y pensante- llevas a cabo el pesaje de ambas cosas, aquellas positivas, llenas de luz, aura positiva como las risas infantiles, ocasionalmente infravaloradas; y aquellas otras llenas de mierda, bilis a raudales, politiqueros, atb y gritos infundados; acaso luego de este simple; pero efectivo ejercicio mental es que no te sientes una argamaza de carne y sangre con suerte y enorme fortuna por estar aquí, por estar ahora¡¡¡; tratando de ser esa persona que desea el resto y que tú vislumbraste en algún momento optimista de tu vida.


Entonces hazlo querido amigo(a), mueve el culo, haz funcionar esa maceta que no sólo está para peinarse o insultar y ve a demostrar lo que eres y lo que quieres llegar a ser algún día; yá tus padres en connivencia con el mundo entero, te dieron las condiciones y elementos suficientes y necesarios; ahora depende de tí hacer de este un lugar mejor para vivir para dejar a las siguientes generaciones un lugar igual o mejor al que encontraste y del cual te sientas orgulloso por haber contribuído con tu granito de arena. VE QUE EL TIEMPO ES NUESTRO PRINCIPAL RECURSO DE VIDA; EL ESTAR AQUÍ Y AHORA ES INVALORABLE, NO LO DESPERDICIES¡¡¡¡¡¡ 

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