EL PODER INEFABLE DE NUESTRAS IMPERTÉRRITAS AMIGAS ETERNAS
"Ahora ríes enseñando los
dientes, ya te tocará rechinarlos" Valle Inclán - Las divinas palabras
Son 27, ni una más ni una menos;
así lo dispusieron unos quijotes literarios con todas las fundamentaciones del
caso, tan avezados como adelantados y disruptivos, que construyeron
pacientemente esta amalgama de símbolos tan coloquiales y entrañables, como
amistosos y útiles; donde notaron que habia alguna más y hace tiempo daban fin
a dos de ellas por considerarlas no necesarias o sencillamnte redundantes para
sus respectivos cometidos.
Todas fundamentales, con
características propias y anatomías sui géneris: unas con coleta, otras con barriguita extra,
algunas con trazos ondeantes, otras con alargamiento extra, alguna por ahí con
la rasta hacia abajo y hasta una con virgulilla que da seña de identidad a todo
el equipo. Con toda seguridad todas ellas, orgullosas y con un ego rimbombante
por el papel que les tocó, toca y tocará ejercer en este globo kafkiano.
5 de ellas gobiernan todo el universo
con el que hemos nacido, conocemos hasta el día de hoy y muy probablemente
hasta el día en que nos apaguen la luz - más tarde o más temprano, eso ya el
relojero en contubernio con el destino, nos lo harán saber anteladametne o de
improviso- eso ya se los dejamos a ellos.; y las otras 22 acompañantes
perfectas, que parecieran un engranaje de relojería suiza por su precisión,
gracia y garbo de todas y cada una de estas imperturbables consonantes.
Volvemos al tema, éstos tesoros
invaluables son capaces de inspirarte los versos más bellos y encantadores para
profesar un agradecimiento sincero a quién se lo ha ganado o como eficaz
instrumento para conquistar a esa pareja soñada y socio-a calificado-a; o por
el contrario pueden utilizarse negativamente, para terminar maldiciendo todo lo
que tienes a tu paso. Poseen el poder absoluto de contener la sabiduría e
inteligencia de prácticamente medio planeta si son atinada y positivamente utilizadas; o por el
contrario proclamar y publicar las peores aberraciones, filfas o injurias de un
atribulado porcentaje de seres que creen ser pensantes; pero no por ello
buenos, ni calificados para entrar en nuestros corazones, ni para pasar a la
historia como ejemplos de decencia o modelos a seguir (cruz que con toda probabilidad,
cargará su prole y demás sujetos que tuvieron la desgracia de conocer al
parásito).
Y son tan antigüas estas
amistades, como el ser humano mismo en su intento por comunicarse con su
congénere, deshacerse de sus adversarios o engatuzar a su par ideal; así fueron
de fundamentales y así lo son en cada una de nuestras ataviadas existencias.
Con este prólogo introductorio,
tan directo como sincero, solicitar
encarecidamente a cada uno de los transeúntes de la vida, un poco de respeto y
valoración a estas eternas acompañantes, no merecen el daño que actualmente
está inflingiéndose a nombre de una supuesta y malinterpretada inclusividad,
tan patética como vacía de argumentos y materia gris.
Y es que ultimamente -no sabemos
las o los "lumbreras" que
iniciaron tal disparate- están pretendiendo dar golpes tan arteros, como
ridículamente bajos, orquestados por parte de grupículos, tan irreverentes como
iletrados, que por tener mucho tiempo, poca vergüenza o ambas; trataron de
incorporarte arrobas (@) por todos lados,
o el tristemente célebre "es" donde no corresponde ni
pegándolas con silicona, a nombre de
un malinterpretado y vilipendiado
equilibrio de sexos, ridiculez extrema y patetismo del barato en todo caso.
Y como es lógico suponerlo -por
lo menos en una sociedad que por conformista y tolerante está permitiendo
muchos excesos y aberraciones culturales y morales- pero que con esta nueva
desfachatez que raya en el absurdo y la ignorancia total; y con la que no
pueden, ni podrán salir con la suya,
porque sencillamente va contra natura y contra todo pensamiento
medianamente civilizado y culto.
Y no lo podemos permitir
sencillamente por una cuestión tan simple y contundente, como es el hecho de
respetar y hacer respetar lo objetivo, lo lógico y lo mentalmente sobrio, por
salud e higiene mental y moral; ¡¡¡no destrocemos, ni alteremos arbitrariamente
y por un gusto cutre y trasnochado,la lengua de Cervantes, Valle Inclán, Borges, García Marquez o Vargas Llosa¡¡¡¡¡, con
dislates e iniciativas nacidas bajo el calor y olor de un movimiento rancio y
irreverente , que cada vez va agregando más símbolos a su sigla, como
esoterismo y vicios insanos a sus bases, perdiendo adeptos, precisamente por
este afán de distorsionar los hechos y las cosas, a nombre de un progresismo
tan inculto e irracional, como
irrespetuoso e impenitente.
Comentarios
Publicar un comentario