UNA PASIÓN MÁGICA QUE SE LLEVA EN LAS VENAS

 



Querido corazón futbolero: Recuerdas ese día que me dijiste: Papá, me puedes entrenar al fútbol como a mis hermanos?; me quedé entre incrédulo y atónito a partes iguales por un momento por lo imprevisto y súbito del cuestionamiento; y lo primero que atiné a responder fue que si eras consciente de lo que implicaba jugar a éste deporte: empujones, patadas, trancazos, pelotazos y todo ello; tú, diste un profundo suspiro y con ese garbo y tenacidad que te caracterizan me contestaste: si lo sé papá, también le dí vueltas al asunto y sí quiero jugar al fútbol, lo tengo decidido. Lo siguiente: nos pusimos manos a la obra y le dedicamos su tiempito al asunto; y así entre risas, aprendizajes y balonazos; le supimos sacar provecho, emoción y sobre todo diversión a éste tan noble. como encantador pasatiempo. 

Y así fueron pasando los días y semanas y tu juego mejoraba, por esa perseverancia y constancia rayando en un impulso casi obsesivo y perfeccionista que tienes cuando acometes un objetivo y esa testarudez y cabeza dura, de practicar un drivling, un amague o un regate hasta obtener el diez, en tu conciencia y la satisfacción personal de hacerlo como lo planificaste; no sé porque, pero me recuerdas a alguien que hace casi 4 décadas era un cabezón empedernido e impenitente.

Y luego fue el equipo "Garras", tu primer amor futbolero; y mi tocayo tu primer profe del balón a quien también estamos muy agradecidos por ver tu potencial y ser parte de esta historia; a mami por su constancia a prueba de todo y llevarte paciente y meridianamente a cada entrenamiento; y siguieron los goles y paralelamente esa defensa aguerrida que planteabas a los rivales, un puesto que se te daba de maravilla por ese carácter luchador y porfiado; y continuaron las definiciones, los remates de tiro libre y esas bajadas de balón, cruces de banda, pases filtrados, proyecciones al campo rival, esa manera de levantar la cabeza y ver a quien se la tocas, propias de quien tiene oficio en el tema y bien asimilado ese criterio futbolístico en términos de posición, ritmo, proyección y movimientos eficientes.

Y luego fue el tigre, que te fichó a principios de este año y mira lo que ya conseguiste en tan poco tiempo, atrevida¡¡¡; la jugadora "revelación" del campeonato; realmente vas a velocidad crucero y con paso seguro; pero la recomendación correspondiente, no despegues nunca los pies del suelo, pequeña; el listón y medida de cuanto quieres lograr en este, como en cualquier otro tema, lo pones solamente tú mi querida Itziar; y sigue ajustando cosas, y mejorando aquellas que sabes que todavía no te salen bien y continúa escuchando a tu entrenador, compañeras mayores y a los que de alguna u otra manera conocemos un poquito del tema

Y diviértete como siempre lo has hecho cariño, que el FÚTBOL está para regocijarse con el balón, para pasarla bien al lado de los amigos, para no dejar nunca de ser ese niño con su pelota en un campo verde que es inmensamente dichoso y felíz con la sola idea de patear a ese mágico esférico las veces que sea posible.

Un abrazo grandote como en la final de un campeonato mi querida mozuky, continúa con ese gusto y pasión de hacer las cosas y hacerlas bien, tu padre y primer fanático de mi estrellita futbolera.








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