LA INDESEABLE ENFERMEDAD DEL PODER

 Enfermos sin remedio

A éste lado del charco y para ser más precisos en Centro y Sudamérica plagados de ellos en gran parte de sus momentos y épocas, cánceres sociales, borrachos de poder, sedientos de sangre del que no piensa igual, enfermos sexuales, manipuladores de sus acólitos, lacras cobardes que a la primera de cambio huyen o se meten en las embajadas, sádicos corruptos que pueden vender hasta a su madre o a sus hijos o traicionar a su gente para perpetuarse en el poder.

Infelices advenedizos, cual reyes inmaduros y chiquitos, sedientos de podre a toda costa, que pretenden dividir las naciones y países entre sus alcahuetes y los que pensamos diferente, mindundis energúmenos que siempre acuden a la violencia, al soborno o a ambos para contener a los que deseamos libertad e iniciativa privada. 

En fin, el mundo no estará tranquilo, ni dormirá en paz, mientras existe este tipo de gaznápiros y calaña de las sociedades pasadas, de las actuales y muy probablemente de las futuras, salvo claro que el vulgo empiece a pensar y eso no creo que lo vean mis ojos....