DÁME TU MANO
DÁME TU MANO RCP _ 18 agos 23
Porque me transmiten una fuerza inenarrable y tan artística como el mundo que nos contempla;
porque me hacen saber que me necesitas, que deseas sin presión alguna y por agrado propio mi protección y cariño;
porque me brindan la motivación y son el interruptor y la energía para seguir empujando el carro de la vida y la familia.
porque por paradójico que suene, me hacen a mis 50 tacos, el ser más iluso y embobado de tus arrumacos y carantoñas.
Porque esos 5 deditos metidos entre los míos, confieren gracia y encanto a esos días de azul inmaculado, sol total y respiración simultánea
a esas noches crepusculares donde la luna ofrece su concierto luminiscente y es testigo de esos paseos informales o pláticas de jardín
de esas amalgamas de colores, sueños, historias fantásticas u oníricas donde somos los protagonistas y superhéroes imaginarios.
o de esas tardes de tormenta y cielo oscuro; perfectas para apoltronarse debajo unas mantitas y contarnos mil historias inéditas.
Porque al ver esa quina de dedillos frescos y perfectos, provocan honda satisfacción, saberse el albañil de la obra gruesa, fina y puntillosa;
esa cuarta creación ontológica, cual caja de sorpresas: de cosas propias, congénitas unas, adquiridas otras y aprendidas las más de ellas.
Y serán muy probablemente unos años más, esas tus manitos entrelazadas entre las mías, compartiendo sonrisas, aprendiendo sonatas y pintando la vida de mil colores;
y serán las que paulatinamente se tornen fuertes, nervadas y empáticas, creciendo en tamaño, fuerza, conciencia e integridad,
esas que dibujen sueños y los hagan realidades objetivas,
aquellas que trabajen, cuiden, amen y generen a su vez las suyas propias con la persona que decidas perpetuar y extender el lazo familiar.
Manos cálidas y protectoras que en un futuro puedan, con el mismo afán, constancia y testarudez cuidar las mías,
cuando el tiempo y el proceso vital, hagan su inevitable trabajo
las que ojalá acaricien los últimos pliegos que broten del cuerpo y el alma,
de quienes tuvieron la dicha de traerte sin preguntarteló a este círculo frenético y convulso; pero también terapéutico e ilusionante a momentos.
Esas dos manos que junto a las otras 6 cierren suavemente mis ojos,
cuando haya atravesado el umbral de lo existencial y esté ingresando al terreno de lo onírico
y donde estoy seguro que recordaré plenamente el día que ingresaron a mis vidas
para llenarla de buenos momentos, alegrías compartidas, balones de fútbol risas sinceras y cumbres conquistadas.
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