PESADILLAS Y ESPEJISMOS

 PESADILLAS Y ESPEJISMOS

Rodrigo Camacho Patón                            27feb24

Desearía de cuando en cuando escapar al mundo de la nada, 

lanzarme en los aposentos de Morfeo y visitar su onírico planeta, 

ese que no sabe a nada; pero lo cubre absolutamente todo;

ese que me lo imagino pintado de mil colores y formas, 

ese que intempestivamente se torna en un blanquinegro relajante,

ese de gravedad cero, en el que puedo dar piruetas imposibles

o ese otro que me tiene atado y ataráxico en una camisa de fuerza

liviano de cuerpo y pesado de mente, aletargado pero consciente.

Ese planeta donde sus elementos metamorfosean a obesos

cual pinturas de Botero: rechonchas y canivalescamente omnívoras 

con voces y sonidos que se ensanchan hasta desgarrar el tímpano

y luego burlescamente susurran fallas, errores y faltas cometidas 

en el partido vital, al borde del acantilado y mirando para abajo;

desde esa aurora pura y clara que tornose gris y amenazante,

hasta el ocaso y su mirada crepuscular, evocadora de nostalgia

que roe y carcome, que desgasta, debilita y hace perder enfoque.

Ese universo paralelo en el que se convive pacífica y apaciblemente

donde se respetan las reglas y las personas, utopía en toda regla; 

y luego en un santiamén se transforman en mazmorra y destrucción

con seres malévolos e ignorantes, tan cavernarios como fanáticos; 

y me hallo en medio, tratando de salir de la prodedumbre y vulgo,

huir hasta encontrar aire fresco, cumbres tranquilas y serenas 

buscando nuevas tierras, de verdes saludables y perennes 

lejos de la selva de cemento, que te aprisiona, te inhibe, te reseca.

Y cuando contextos y panoramas parecen reencarrilarse en armonía,

vuelven a retorcerse cual reptiles ponzoñosos de 7 vidas y 2 cabezas

haciendo tambalear cimientos, estructuras y hasta encofrados éticos,

sistemas cancerosos, instituciones putrefactas y seres apoltronados;

provocando inevitablemente náuseas y nefandos justificados y asfixiantes;

oscuros, abigarrados y desagradables muchedumbres de cosas y seres

en permanente cuchicheo, relajo y ucronías; muestra de conformismo idiota,

me dispongo a gritar decepcionado y pesimista, por tanto orko patrocinado,

cuando de repente zas, 6:30 y la alarma desgañita y permite fugarme

del dantesco multiverso, que me tenía acorralado entre sus fauces; 

para afrontar un día nuevo, aderezado de caricias y sonrisas sinceras

adobada de nuevos proyectos, ilusiones renovadas y el barco con rumbo fijo.