EL LLANTO DE MAYELÍN

 EL TENEBROSO LUGAR DONDE NO SE PUEDE ABRIR LA BOCA

Parece una noticia de la edad media; pero no señores, es una realidad cotidiana, sentida e injusta que pasa día a día, hora a hora, de norte a sur y de este a oeste, en la fatídica isla de los Castro y sus acólitos tan indeseables como inhumanos.

Y acontece a vista de todo el mundo, en las narices de la OEA, la ONU, la CIDH, la Corte Internacional de la Haya y spm, quiénes tan solo se limitan a condenar las arbitrariedades y crímenes innombrables cometidos por una de las dictaduras más brutales y sanguinarias de todos los tiempos y todos los contextos; pero que tampoco hacen algo concreto y práctico para evitar estas acciones criminales.

Y el maldito sistema por muy paradójico que suene, en lugar de haberse extinguido y apagado por todo el sufrimiento y dolor que causa por donde pasa, ha encontrado nuevos focos de irradiación, otros mequetrefes que adoctrinar y nuevo rebaño al cual domesticar. Ha extendido irremediablemente sus largos tentáculos por gran parte de Latinoamérica:  Lo saben bien Venezuela y Nicaragua que están tocando fondo, hambre y mierda todos los días; Perú y Ecuador que se salvaron por los pelos y la misericordia de algún Dios que a última hora no permitió que eso pasara. Colombia que parece haber antojado un pedazo de esa mierda fétida y nefanda. Bolivia mi país, donde el cáncer ya ha tocado órganos vitales y está arrasando todo lo que osa y tiene la sinvengüenzura de tocar, desde empresas estatales, fondos indígenas, gestoras de afiliaciones, educación adoctrinadora y trapos multicolores por todo lado; y aún bajo este panorama kafkiano, los desordenados y supernumerarios políticos de oposición no encuentran la forma de hacer frente a éste mal terminal, cada uno a su bola y creyéndose el salvador del mal, a ver si para cuando reaccionan positivamente y decidan de una vez por todas unirse no es tarde ya, y el cáncer irremediablemente habrá invadido hasta la última célula democrática y saludable que quedaba.

Pues ya lo ven, así de cruel, nocivo, tóxico y letal es el sistema surgido hace más de 100 años en la rusia zarista, que aguantó hasta donde pudo y se desarmó 70 años después, como un castillo de naipes dejando hecho añicos a un país que según la propaganda socialista era invencible. Extendida posteriormente como satélites indeseables en toda Europa del este, donde ni Alemania se libró de esta enfermedad, con la construcción del tristemente célebre muro de Berlín, donde se separó una ciudad entera e inmensa, padres de hijos y hermanos de hermanas, de la noche a la mañana con un muro de concreto de cientos de kmts., vergüenza de la humanidad y prueba incontrastable de que solamente por la fuerza, puede implantarse este cruel sistema político, económico y social.

Y a este lado del charco, cuando nos creíamos inmunes de ésta peste (más peligrosa que el covid) arriba a la fatídica isla que por entonces  era de los contextos más pujantes y modernos de toda Latinoamérica y hoy por hoy se ha transformado camaleonicamente y durante 65 años ininterrumpidos en la tierra de la barbarie, la represión por todo, por nada y por más, la expropiación de la tierra y la empresa privada, la de los eternos arroces de almuerzo y cena día sí y al otro también, de las ilusiones perdidas y canoas a Miami en manada, en fin, tienen información en la nube como para llenar enciclopedias enteras sobre los abusos de poder, irracionalidades del sistema y muerte a fuego lento de esos 14 millones de cubanos que ya han perdido las esperanzas; pero la tierra que los vió nacer vive cada día en ellos   

Y aún así con toda esa interminable bibliografía existente, las imágenes y videos que lo corroboran, las decenas de centros de detención y tortura dell régimen, los malditos Comités Revolucionarios que en realidad son una pandilla de soplones y matones a sueldo,  historias como la de Mayelín Rodríguez, cuyo único pecado es el inmenso anhelo que guarda su alma, cuerpo y mente de "ser libre en su tierra" y luchar por sus derechos más elementales como el poder elegir al gobernante que prefiera o por el negocio que desea poner, pero que el sistema se lo niega.

Pero ya ven, nada de eso ha sido posible, ni es posible en la "isla de la muerte y la represión". 

Así por más de 6 décadas y todavía las que faltarán, mientras tanto  Mayelín seguirá derramando lágrimas de dolor y frustración, por aquellos que pudieron hacer algo más que limitarse a condenar ¡¡¡


















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