A PARTIR DE TÍ _ UNA HISTORIA DE LO SUBLIME

A PARTIR DE TÍ - HISTORIA DE LO SUBLIME 

Por Rodrigo Camacho Patón                            21 agosto 2024

De niño contemplaba a mi madre y empece a adorar ese ser sublime que se desvive por los que salieron de su cuerpo; considero que ese fue el orígen de la veneración que siento por ellas.

Ya de adolescente pude experimentar en primera persona todo el gran cariño, compañía y complementariedad que representan esos seres angelicales en cada uno de nuestros caminos, por despejados o tortuosos que puedan ser estos.

De hombre, tuve la profunda satisfacción de que por serendipias inimaginables, casualidades propias de los afortunados y causalidades correspondientes, haya encontrado a esa mi media naranja, tan dulce como la fruta misma, tan auténtica como pocas y singular como ella sola.

Y cuando creí que con el primogénito lo tenía prácticamente todo y el hogar estaba en gran medida cubierto y completo de sonrisas, pañales y biberones, despojando los excesos previos  y consolidando el hogar anhelado; me visita (cual Gabriel a María) ese benevolente fatum en mi sendero,  o pudo ser ese dios que puso su mirada en este sencillo personaje y quiso obsequiarme la mayor de sus bendiciones, o incluso y muy probablemente ambos, en contubernio que decidieron otorgarme la gracia más grande que podemos obtener, mientras tenemos alito vital y ese imperecedero acto de respirar, suspirar y amar.

Pues asimismo y cuando agosto era 21 de hace exactamente década y media, en un placentero verano asturiano, bañada por las aguas del Cantábrico, culines de sidra y la delicada arena de las playas gijonesas; a las 20:45 de un viernes bendito, arropado por mis padres y mi suegra que le conferían mayor expectación y calidez al asunto, y de paso y automáticamente a efectos legales me concedía las vacaciones paternales (en verano y en el sector de hostelería, eso prácticamente es equivalente a que te toque la quiniela, los guerreros del sector sabrán de lo que hablo) para  disfrutar su primer resuello de vida y desde ese preciso instante y aunque suene mal decirlo, mi vida entera y todo lo que me esperaba a partir de ella, tenía irremediable, pero voluntaria y consentidamente, dueña y propietaria 24/7, sin periodos vacacionales y de forma vitalicia y de ensueño; embriagadoramente cautivante y exquisita; más aún, cuando esos ojitos oscuros como puntitos de vida se clavaron en los míos, esos cachetes de melocotón tintinearon trémulos, acurrucados y protegidos por mi pecho,  junto a esos 3 kilos y medio del amor más grande que se pueda imaginar, tener y disfrutar; y que yo,  un simple mortal y jugador de los caminos y lugares, estos y aquellos,  haya sido en parte, el artesano de semejante obra humana y divina, ser acreedor a un obsequio ontológico de tal naturaleza, calidad y precisión, simplemente obnubilaron mi mente; pero hicieron aplaudir mi corazón hasta la última fibra junto, a cada uno de los sentidos, como jamás antes había acontecido.

Es el principio de tu historia mi querida ITZIAR y también de un "reseteo" de la mía, porque a partir de ahí, junto a tus arrumacos, carantoñas y berrinches, me proveiste la oportunidad de ser una versión mejorada de mi antigüo yo, una especie de "pro" que también ganó calidad de persona y personaje en el proceso y en la obra.

Y no, no exagero si te digo que a partir de tí, todo cobró un nuevo sentido y una nueva realidad, los exabruptos machistas rayando ocasionalmente en lo misógino - tal vez por rasgos y efectos contextuales y generacionales se me borraron totalmente-; es más, ahora los combato y corrijo con vehemencia en los míos.  

En retrospectiva e interiormente sabía con antelación como criar a un "niño", lo haría travieso, empático, comelón y futbolero decía; pero el hecho de criar, educar y transmitir valores y principios a una "niña" , donde en realidad no hay diferencias sustanciales con lo anteriormente remarcado, se convirtió en el mayor de mis placeres paternales y ya ves te hice traviesa, empática, comelona (aunque eso definitivamente falta) y futbolera, versión mejorada y también "pro e incluso max".

Y disfrutaba igual o más que tú, tus primeros pasos, tu primer "papá", tu primer poema "Mi vestido verde", tu primer disfraz encarnando los años 70; nuestra primera salida juntitos y sólos por las juguetonas aguas del Rinconín; así también sufrí como no tienes idea con tu primer rasmillón, tu primer diente al raton Pérez o tu primer día de clases, donde el sistema, inexorable y procesual,  me "arrebataba " a mi niña y marcaba el primer punto de inflexión. 

Y aunque no me creas, todo eso lo llevo en el rincón más íntimo y cuidado de mi corazón, desde esas interminables despedidas cuando salía de casa, pasando por nuestras salidas al parque luego de llevar a Gael al cole, donde te veía crecer, hacerte fuerte, decidida e independiente (hasta ahora no sé si el nombre vasco, te pudo conferir de alguna manera subjetiva esa personalidad), hasta nuestras escapadas en bici por las playas o las rutas fuera de la ciudad, donde te veía disfrutar pletórica y extasiada del cariño y protección de "superpapá", y yo me creía y encarnaba totalmente esa historia; luego de años y pasado el tiempo, concluyo que quería, quiero y querré por sobre todas las cosas,  seguir siendo tu superhéroe al estilo de las historietas que leías, tu protección constante, y tu cariño y corazón eternos.

Pasado el tiempo y establecidos en nuestra cuna geográfica, te veía crecer vigorosa, decidida y enfocada; no sabes el orgullo que me producía y produce el saberte con esa entereza de carácter y perspectiva, sabes lo que quieres, te esfuerzas y terminas haciéndolo de manera impecable, seria el slogan que te resume a la perfección.

Ahora mi querida jovencita, que cumples una nueva vuelta al sol y probablemente la más sentida y nostálgica en tu largo caminar, esa de los 15 que marca definitivamente un antes y un después, que vas despertando y preparandoté a esa supuesta "vida adolescente" y sus enigmáticas e insondables vicisitudes, donde tus padres ya no somos tus acompañantes permanentes (que lo extraño y mucho por cierto), donde pasamos y como es lógico y expectable, a un segundo plano; pero no por ello, te soltaremos de la mano cuando buenamente quieras que las acurruquemos, que siempre estarán nuestros oídos para escuchar tus logros y éxitos; pero también tus frustraciones y congojas que esperemos sean las menos, aunque en sistemas y sociedades  como la nuestra esa es más bien la norma, pues tienes que lidiar adicionalmente con ello.

Por otro lado tampoco te faltarán nuestros consejos y palabras, cuando así los necesites; ni nuestros brazos cuando los quieras apretujar fuertemente (ya sabes por 20 segundos, para segregar oxitocina gratis y a raudales) y estarán también siempre presentes esas caricias emocionales y voces de aliento, ánimo y apoyo, para que te puedan brindar y demostrar de alguna manera, que siempre contarás con nosotros, en las buenas, las malas y en las horribles (que esperemos sean las menos); y puedas efectivamente liberar todo tu potencial y lograr todo lo que deseas y pretendes en la vida; ya nos demostraste reiteradamente y en ámbitos tan diversos como la pintura, el deporte, el estudio o los proyectos a futuro; que hay materia gris y de la buena rondando y bullendo a cada instante, en ese conglomerado de neuronas que se multiplican sin cesar y con unos telómeros a prueba de todo y en permanente refuerzo  para mantenerse activo, dinámico y propositivo donde nos toca estar y demostrar.

Lastimosamente y por azares del destino hoy 21, no te toca estar en casa para darte el abrazo sentido que te mereces y la felicitación correspondiente (ya se nos está haciendo costumbre, con los compromisos que te van surgiendo); pero vaya a la distancia ese millón de abrazos e infinidad de besos de felicitación y expresarte lo enormemente orgullosos que estamos de tí, lo agradecidos que estamos con la vida y con Dios por habernos otorgado ese regalo existencial y familiar; y lo ilusionados que siempre estamos de tus logros y lauros en esos cortos pero fructíferos y relevantes 15 añitos  de existencia. 

A pasarla por todo lo alto, como te lo mereces y representas en cada uno de tus padres y hermanos. Felicidades mi corazón ¡¡¡