LA INSOSPECHADA BELLEZA DE UNA NOBLE TIERRA BENIANA

 REYES, LA GUAPA Y ESCONDIDA TIERRA BENIANA

Texto y fotografia: Rodrigo Camacho Patón        16ene25



Enclavado en un verde frondoso e intensamente amigable

donde la naturaleza alarga sus brazos a cada paso que das,

cual paleta multicromática que asemeja la tierra de Avatar,    

semejante a concierto visual de tonos, tamaños y aromas, 

dándole sus mejores vestidos y galas al ocasional visitante

todas risueñas, amistosas, extrovertidas y condescendiente



La fauna también  otorga su repertorio e inventario,

desde tarántulas anidando pacientes capullos de huevos

capibaras juguetonas marchando sintonizados y territoriales

parabas multicolores, a tono con arcoiris fulgurantes

lagartijas, monos, cebús, bufeos y alguna culebriila traviesa,

cual catálogo animal, al puro estilo de national geographic. 




Completando el escenario, la obra y protagonistas cotidianos

la guinda del pastel, las circunstancias y el lugar, lo ponen:

Gente hospitalaria de efusividad superlativa y plática fácil,

sencillez sonriente, sana y sincera resume filosofía y esencia 

que inhala campo y petricor; exhalando vitalidad y bonhomía,

donde lo sencillo es costumbre y las costumbres se respetan, 

lo bucólico trasciende y generaciones perviven y multiplican.


Donde las auroras traviesas juegan en sus cielos puros, 

pintando lienzos d almidones, burbujas y cobertizo celestial;

obsequiando "fresca" bienvenida al día, al sol y sus seres,

satisfechos d cuanto fueron, son y disponen en sus terrenos

Y cuando el sol cae y desea ir a recargar fuerzas y fulgor,

arrecian crepúsculos de fuego en lontananza, 

con diestras pinceladas de rayón y toborochi,

se pinta todo de un tornasolado mágico, 

similar al Macondo de Gabo o al Comala de Rulfo,

siluetas en el cielo, sombras en la tierra, seres hipnotizados,  

agradecidos de saberse reyesanos, benianos y bolivianos, 

de respirar sus aires, sentir colores, degustar sus sabores, 

de advertir el primer alito en sus infinitas praderas

y luego, cumplido el trabajo, el legado y los siguientes,

ir a descansar apacible y eternamente en sus camposantos.








Comentarios

Entradas populares