RÉDITO EMOCIONAL
EL RÉDITO EMOCIONAL DE IR A CONTRACORRIENTE
Por Rodrigo Camacho Patón 21abr25
Según la experiencia que se va ganando a la vida y quitando al tiempo,
existirán 3 tipos de circunstancias, con las que lidias fuera de lo cotidiano,
hablo de esas que moldean el carácter, exprimen la paciencia y sacian la locura sensata;
esas que gravitan en el disco duro eterno, clavándose perennes en el hipocampo,
y son testigos de tu alocada; pero singular existencia y paso por el circo terrenal.
partidos de fútbol, parrilladas, fiestas, boliches, agradables pláticas de café
que hacen aplaudir al corazón, fortalecer el círculo y festejar la similitud de gustos,
planificadas en el tiempo, organizadas por los dinámicos y vividas por todos.
Las segundas, más bien son intempestivas, sin previo aviso, ni mensaje de alerta,
como una rosa o dardo al corazón, luminosas o arteras, orgásmicas o maledicentes
sorpresas exultantes y repletas; o desgracias que te parten en dos, ambas sorpresivas,
la llegada de un nuestro o la partida de otro, la visa aprobada o un despido improcedente,
dos caras de una moneda, extremos de una vicisitud, polos de un destino fortuito,
complacientes o desgarradoras, amistosas o letales, de festejo o de enorme llanto,
mientras el destino o acaso un dios lamentando o sonriendo al pie de nuestra sombra.
Sin embargo ahora hago referencia a un tercer tipo de experiencia vital
extraño por donde se lo mire, híbrido por naturaleza, sincrético, hijo de los otros dos;
son aquellas que sabes sólo la mitad del hecho, te preparas para, y en función de ello,
la otra te lo da el terreno, el tiempo, la coyuntura, la meteorología, en fin
cual broma un tanto sórdida, maquiavélica e inexplicable del abrupto destino,
o una necesidad vacua del ente superior de jugar cual gato y ratón con sus mansas criaturas,
y es, en ese preciso instante, donde atribulado, patidifuso y hasta contrariado,
cuestionas, maldices, reflexionas, analizas, titubeas y luego de todo ello, te sacudes
y decides seguir a contracorriente, contra viento, marea y lo que termine surgiendo,
muestras de qué estás hecho, la mentalidad que posees y la resiliencia que manejas;
porque las rutas del destino y el transitar vital de sus seres, elementos y circunstancias,
junto a sus escondrijos, recovecos y laberintos, tangibles, imaginarios o disfrazados
estarán para ello, ponerte a prueba, probar tu corazón y hacer vacilar tu voluntad;
pero ganar la partida luego de la borrasca, los contratiempos y las peripecias acaecidas,
serán la mejor muestra de un corazón valiente, un alma templada y un cuerpo resiliente...
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