PARÉNTESIS EMOCIONAL Y MIENTRAS DESTILA EL CAFÉ



Cualquier momento del día, de preferencia matinal y mientras cuela el café; en algún punto de este globo un tanto dañado y maltrecho,  que huele a sociedad líquida y efluvios frívolos según Bauman -con el que concuerdo plenamente- ; selfies a dolor y tiktokers -donde el 95% sin exagerar y 99,5 exagerando- suben videillos caseros  malconcebidos, patidifusos y rudimentarios, dislates audiovisuales en toda la regla, estos nuevos famosillos de un día o semana, tan efímeros y superficiales como el cometa Halley, que consideran que pegándose un porrazo, mostrando lo que comen o moviendo el culo más de la cuenta -y donde las reinas de la ridiculez son las moralmente estropeadas Kardashian- que creen estar haciendo actividades culturales y lo más gracioso del asunto es que según estos-as "nuevos artistas" su arte es del bueno -y probablemente hasta puedan tener algo de razón - con tanto "vulgo" y ciudadano promedio, consumiendo con avidez  y hasta algo de morbo ese formato hasta el cansancio; VAYA OXÍMORON CULTURAL, degradez moral o ambos ¡¡¡. 

En fin, sigamos con los males que aquejan a este hogar esférico y común: la maquiavélica y perniciosa ideología de género, agregando cada vez más letritas -BIQ- a su esperpéntico movimiento -a éste paso tendrán que prestarse del alfabeto cirílico y donde hasta la pedofilia ha encontrado su lugar para retozar a sus anchas y tener cabida (no me lo creen, pues ahi tenemos el oráculo google para despejar dudas) .

Pues bueno, tocó desahogarse con temas espinosos y peliagudos que probablemente gran parte de la población lo piensa; pero somos menos los que nos animamos a comentarlos abiertamente y sin anestesia. Lamentando este prólogo introductorio un tanto sombrío y con nubarrones de por medio, aunque reales y objetivos (y lo constatamos cada día en cuerpo, alma y sentidos); todos estos números circenses y aficiones modernas, que cada vez se van pareciendo más a lo predicho en su momento por Kafka y denunciado a gritos, prisión y valentía por Bukowsky; pero bueno: es lo que hay, y  ahí vamos con el tema en cuestión.

Ese rato donde piensas como Mafalda "paren el mundo que quiero bajarme"; haciendo ese paréntesis tan necesario como reconfortante, para que el alma pueda desahogarse,  regurgitando hasta la última gota ese rancio de la discreción, ese que el sensiblero puede catalogarlo de ofensivo, o bien ese ser políticamente correcto, pero absurdamente hipócrita para los colectivos que lo tachan de "descriminashion"; y el cual como suena lógico estará bien para llevarse con los vecinos, conocidos o colegas; pero que no está bien -y lo sabes- en los asuntos trascendentales y que de verdad importan y te convierten en un ser sumiso, manipulable e iluso; o por el contrario en uno que se siente libre de decir las verdades aunque sean incómodas o levanten una ampolla que otra y pese a los efectos colaterales y los barbipungentes de turno.

Ese momento para expresar lo que piensa tu cerebro y siente tu corazón; aunque tal vez en este caso, más inclinado hacia el segundo, pues necesitamos abrirnos y exprimir hasta las pepas el sentimiento, en fin que permita gritar ese anhelo vehemente, pues lo dicta el sentimiento, pese a que el raciocinio tiene fundamento y ejemplos mil para contrariarle; pero bueno hagamos caso esta vez al locus interno y tratemos de valorar más al mundo y sus habitantes, de odiar menos, de pensar mejor y en positivo, de no ir "chismeando" a diestra y siniestra y de aurora a ocaso y sus característicos modismos verbales: "le he dicho, me ha dicho, le hemos dicho" y cotilleando por la vida por todo, por nada y por más, que es claro síntoma de tener mucho tiempo, poca vergüenza o ambas, malo en todo caso.




En ese interín introspectivo y cuando toca hacer un poco la  evaluación de ese mágico circuito de la vida, con innumerables etapas casi al estilo del Tour, el Giro o la Vuelta y sus correspondientes paradas, descansos y stops, considero que:

* No se gana, ni muy probablemente tampoco se pierda, tampoco se fracasa salvo que no lo intentes nunca, ni siquiera se triunfa, sólo se gana parcialmente puntos a esta carrera vital.

* En este maravilloso u oscuro viaje, dependiendo del actuar, pensar, sentir y disentir, se ha venido sobre todo A APRENDER, a crecer y madurar no sólo física, sino y sobre todo emocionalmente, a sentimiento vivo y a flor de piel; síntoma elocuente que efectivamente ahora valoras más la paz, el silencio y la tranquilidad; antes que el conflicto, el griterío y el tumulto.

* Acá es donde venimos a descubrir gustos, pasiones, aficiones, aromas, tonadas y melodías agradables por una parte; y por otro lado vómitos verbales, gonorreas mentales, ruidos pseudosocialistas y excesos canibalescos también.

* En cada parada, así como en el viaje mismo,  se escribe a puño y letra, experiencias, aprendizajes y sucesos, casuales o premeditados, imprevistos o buscados, inolvidables o tormentosos; pero nuestros y personales en todo caso. 

* Se borrarán los que no nos aportan, nos agobian o nos hacen perder el tiempo y por el contrario se cultivarán  aquellos constructivos, proyectivos y bienintencionados.  

* Y como todo es aprendizaje y por ley básica de causa-efecto y determinismo puro y duro; se volverá a reescribir, aquellos que pensamos que pueden mejorar o que sencillamente merecen una segunda oportunidad.


En suma se tejen cual telarañas o chambritas de bebé sueños, ideales, anhelos y proyectos de vida; se deshilan esos que han sido con una falsa puntada,  nos ha fallado el pulso, el raciocinio o ambos; aquellos  que tienen muchos errores o donde apelando a nuestra conciencia y calidad de ser humano y con don de gentes incluído no hubo la mejor de las intenciones, y donde ese animalillo interno denominado "conciencia" nos fustiga recurrentemente pero con motivo, como esa llamada maternal en nuestros eternos fines de semana con los amigos. Y claro, se volverán a hilar paciente y obsecadamente a nuestra medida, talla y confort, es la escuela de la vida, por lo menos de los seres pensantes, porque los otros ya tienen como les solucione la vida el socialismo.



Finalmente el día y momento que nos llega como por arte de magia, el latigazo de luz e iluminación   que  necesitábamos comprender en su verdadera dimensión, concluímos que lo único que nos vamos a llevar es lo que HEMOS SIDO Y VIVIDO: bueno, malo o vete a saber; ese recuento también lo lleva y con extrema vehemencia al estilo de una auditoría contable, el justiciero llamado "locus interno". 

Ese preciso instante de haberse prendido el foco e iluminado el sentimiento y la maceta entera muy probablemente, empecemos realmente a VIVIR  lo que realmente NOS QUEREMOS LLEVAR ¡¡¡




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