HUELES, HIEDES O NI FU NI FA

 SUMAS, RESTAS O SIMPLEMENTE ERES CERITO

Rodrigo Camacho Patón         20ene24


"Hijo mío: en esta vida hay quienes huelen, otros que hieden y otros que no despiden aroma alguno en toda su puñetera vida"_Aurelia Molina

Decía mi abue Auly, con la sabiduría propia de esa recia estirpe y los "dichos de viejitos, evangelio en pequeñito", nacida de la experiencia y de esas "generaciones silenciosas" combativas, reflexivas, resilientes y a prueba de todo y de todos.

Y precisamente en el intento de tener una visión caleidoscópica y amplia del asunto, es que agarrado de lápiz y papel voy bosquejando ideas sobre este enigmático, como placentero o no, viaje vital de placeres, pesares y pensares.

Al final y luego de cavilar un buen rato sobre el asunto concluyo que nuestra presencia, y ojo, no sólo en el plano físico con fecha de caducidad indeterminada pero cierta; sino probablemente más del otro, de ese otro emocional, subjetivo y atemporal, que permanecerá incluso mucho tiempo después de haber dejado la obra y el proceso de respirar.


En todo caso SUMARÁ y OLERÁ gratamente si:

El saldo emocional (más que el material, que eso viene y va y se da por añadidura) es constatablemente positivo.

Cuando quieres a rabiar y de corazón, sin trampas, cortinas de humo, ni publicidad engañosa.

Cuando gritas -sobre todo internamente- como un orate para festejar tus logros y los de los tuyos, para desasosegar el alma ocasionalmente cargada y atormentada por los efluvios de esta sociedad líquida, o sencillamente para desahogar tantito.

Cuando sientes fuerte y probablemente hasta llorar como un niño por las injusticias y necedades generadas en este circo y círculo kafkiano y sus impenitentes e insoportables levedades del ser (como bien lo comentaba Kundera en su momento) y de paso aseas terapéuticamente de alguna manera el alma.

Cuando sigues teniendo la obsesiva y casi maniática curiosidad por aprender nuevas cosas, particularmente de esas pragmáticas, útiles y de fuentes confiables, que en éstos tiempos puedes carecer de todo, menos de información de calidad; de paso te desafías a seguir "husmeando" en los recovecos de los ámbitos y temáticas  que te interesan.

Cuando sientes y vibras con el corazón desde las cosas más triviales o nimias hasta las más elaboradas y placenteras.

Cuando eres útil, no solamente a tí y tus intereses personales; sino a los que te criaron y a los que crías ahora, a tus familiares, amigos, vecinos, conocidos y sociedad en general; y ojo, me refiero a esa utilidad entendida como caricias emocionales, consejos sanos y nacidos del sentido común, la escucha asertiva, la provisión de tiempo de calidad y/o unas palabras de aliento y complicidad; que nunca vienen mal y sientan ocasionalmente como agüita de mayo.

Cuando dejas una huella imborrable y difícil de olvidar en el tiempo; por haber creado, compuesto, elaborado, ejercicios de inmortalidad a través de la letra, la palabra, la imagen o el arte en general.

Cuando eres un ciudadano comprometido y encariñado con su cuna geográfica -sin importarte lo que haga o deje de hacer el resto- y deseas crecer en conjunto, sobre todo en valores, moral y ética, no solamente en billetera y propiedades personales. 

En suma cuando vives intensa y orgásmicamente y como si fuera tu último día, en éste teatro de santos, demonios e indecisos...

Asimismo considero que será un CERO comprobado, ni fu ni fa, agualate, término medio, tibio, soso, desabrido o chua, cuando entre otras cosas:

TU vida se convierte en una monotonía y recurrencia  absurdas y cuadriculadas, de esas de sacar al perro a cagar a las 6, dormir a las 9, prender velitas, no comer carne en semana santa, en fin, hacerlo todo a piejuntillas, sea en día de semana, finde o feriado.

Cuando sacas el paragüas apenas ves nublarse, o la chamarrita de franela por si llueve y por temor a que unas gotas de lluvia bendita, maltraten tu terso, sedentario y áspero cutis, que bien necesitarían unas gotas de un fresco orvallo.

Cuando de camino al trabajo te pones tus auriculares, para no oír, sentir, ni escuchar a nada ni a nadie, salvo a tí y tus omnipotentes gustos y alejarte aún más del hogar común; o estás permanentemente embobado y enganchado al bendito aparatito que te quita tiempo, amigos y vida. 

Cuando tu vida entera tiene un grado de predecibilidad tan agobiante, como adormecedor y  melosamente aburrido. 

Cuando no te animas a subir la montaña por temor, duda o ambas, sin saber nunca como se ven las cosas desde allá arriba.

Cuando "arguyes no tener tiempo" para criar a tus prolongaciones vitales, y te olvidas de proveerles valores, templanza e integridad; dejando todo al azar, a un cursilismo absurdo o a una sobreprotección tan insana como tóxica.

Cuando te pones a beber como si no hubiera un mañana, para desenmascararte y desnudar tu verdadero ego y/o paralelamente escaparte de la realidad, que quisieras que cambie, pero nunca tuviste la osadía y carácter para hacerlo.

Cuando no tienes una opinión propia y personal sobre los principales y prioritarios temas de la vida; sino que más bien vas al vaivén del resto, lo dices por cuidar un puestito de trabajo, lo haces para congraciarte con el jefecito de turno o sólo por caer bien a la gente.

De esos personajes que no huelen, ni hieden nunca a nada; ni bueno ni malo, simplemente un ente que respira y sobrevive: aletargado, adormilado, patidifuso y absorto, que considera un logro sólo el hecho de sobrevivir en esta salvaje selva, más no viven, ni disfrutan, simplemente porque nunca lo han intentado, no tienen los cojones para hacerlo o tienen un sentido de la procastrinación tan alto que toda una vida no les alcanza para hacerlo; e incluso pienso que cuando verdaderamente se deciden a lanzarse a la piscina no hay quien les acompañe en el camino, por ser los personajes anónimos en este globo contradictorio y circunstancial.

De esos y esas NN; personajes opacos que nunca sabremos a ciencia cierta si están presentes o no en la sala de la vida o lo que es peor aún, ignoraremos si están siendo sinceros o sólo lo hacen para que les demos una aprobación amistosa que consideran necesaria para seguir existiendo.

Del hedor y los tóxicos mejor hablamos en una siguiente; que ahí también hay tela por cortar y mucha... 

Y ahora la pregunta del millón: Según esta rudimentaria y simple tipología personal y apelando a tu sinceridad y conciencia, a que categoría humana perteneces ??


COROLARIO DEL ASUNTO

Como habrán podido advertir, creo que no sólo es bueno, sino hasta terapéutico intentar contra viento y marea sumar y seguir, no sólo individual, sino colectivamente, con tus familiares y amigos (en ése orden); pero no las de sumar fichas metálicas sin ton ni son, o billetes de efímera existencia y gozo, y hasta "certificados de seminarios y/o webinarios" tan perniciosos como recurrentes; que sabrá la vírgen, si los vamos a llegar a utilizar algún día (peor todavía en nuestra arcaica y apoltronada sociedad);  sino SUMAR experiencias nuevas, cálidas y sinceras; risas y sonrisas en los tuyos y los que conoces; posiciones tolerantes y "armónicamente equilibradas" en lo que más nos concierne y quita al sueño al común de los seres humanos: salud, educación, trabajo, sexo, fútbol, política, tecnología y religión (cada uno con más peso relativo que otro y dependiendo del transeúnte); así como conocimientos frescos y renovados que puedan utilizarse en determinado momento de tu vida.

En fin: VIVAMOS, SINTAMOS, SOÑEMOS, AMEMOS, JUGUEMOS, CANTEMOS, CONSTRUYAMOS exactamente como lo haría un niño de 5 años: a tope, intensa e incondicionalmente; y antes de que el relojero universal en contubernio con el destino te apaguen la luz y el personaje que interpretaste en la obra y el momento, se vaya rápidamente difuminando en el imaginario de los que te conocieron ¡¡

Comentarios

Entradas populares