INEXTINGUIBLE

SENCILLAMENTE INEXTINGUIBLE o  ANATOMÍA DE LO SUBLIME

Por Rodrigo Camacho Patón                                 27 mayo 25

   

                                                   I

Existe una fecha del año y es precisamente el 27 de mayo, 

desde la salida del gigante luminoso, caliente y amigable, 

hasta que la vuelta de nuestra aldea ha rotado completa, 

que significa tanto y a la vez resulta tan simple, tan sublime.

                                                       II

Es el hecho de traer a la mente de manera plenamente voluntaria y saludable,

incluso como terapia para vencer la ocasional palidez circunstancial y del sistema; 

esos, aunque desvencijados y ajados por el tiempo; pero incólumes recuerdos, 

de bañeras, biberones, canciones de cuna, miradas, abrazos, risos y risas;

arrullos por todo, por nada y por demás, donde mi vida eras tú y yo era la tuya,

en suma: el amor más puro, incondicional, bendito y desinteresado del mundo.

                                                        III

Hasta hoy, no sé a ciencia cierta cómo ve el resto su infancia; pero yo lo veía claro,

tu sonrisa era mi alimento, tus caricias mi gozo y tu voz, la de mi ángel de la guarda;

donde sentía que Dios había sido desmesuradamente benevolente con tus 2 hijos,

dándonos el obsequio perfecto, envuelto en una piel canela y una sonrisa de vicio. 

                                                            IV

Y pese a que luego el colegio me quitó de improviso esas mañanas de cine juntos,

y tu trabajo, nuestras tardes de ensueño, contando y cantando a la vida y su plan, 

todavía tenía las nochecitas para, contemplando tu mirada siempre lúcida y leal,

acunarme en tu regazo y olvidarme de todo, el mundo y la vida eran perfectos...

                                                           V

Y sin sentirlo y sin más, fueron pasando los años, los lustros y las décadas; 

ya fueron tus consejos, tirones de oreja y sabiduría, la que guiaba mis pasos,

tus ojos contemplaron al niño precoz, procaz y travieso hasta las cicatrices, 

transformarse en un barbipungente un tanto indócil; pero sincero y auténtico.

                                                          VI                                                                                                                                   

Y como la vida en sí misma es un proceso de ramas distintas; pero tronco común,

fueron los números en la U, las salidas y viajes vacacionales los que distanciaron; 

pero tú siempre ahí, esperando un recado, una llamada, una visita al nido familiar,

el lazo no estuvo roto nunca; acaso, con un resfrío de juventud y desvarío alocados.

                                                           VII

Ahora el que sí me dolió; pero en su momento fue necesario, útil y satisfactorio,

como una férula que inmoviliza, pero cura; o una reprimenda que duele, pero guía;

fue el que nos tuvo separados a 10 mil kmts, por una década y un océano;

pero conectados a través del pensamiento, del sentimiento y del internet.

                                                          VIII

Y como en el destino de los humanos, se dan las segundas oportunidades

y las serendipias vitales, te convertí en doble madre de 4 inigualables vástagos, 

el primero, noble y querido como el pan; la segunda, guerrera e indomable;

el tercero, sereno y reflexivo; y el cuarto ya ni te cuento, berrinchudo y díscolo

cada uno con su sello propio de calidad y garantía, pero talla humana ante todo,

tal y como nos enseñaron; creo que asimilé de algún modo tu ejemplo y tenacidad.

                                                             IX

Hoy, con medio siglo a las espaldas, los sentimientos encontrados a flor de piel, 

por un día especial del calendario, merecido homenaje a nuestras creadoras; 

reflexivo y ataráxico; pero sobre todo, agradecido al destino que tuvimos

y todavía recorremos familiarmente y al dios que nos ve, cual relojero por jubilarse.

                                                             X

Confesar y constatar regocijado, que el vínculo umbilical sigue presente y de cerca,

de saberme afortunado por escuchar tu voz, por contemplarme en tu mirada,

por tus momentos al lado de los míos, por todo, por tanto y por lo que vendrá,

felicidades querida mamá Anna, hoy 27 de mayo, como todos los días del año, 

nuestra historia se mantiene ilesa, fortalecida por años, circunstancias y abrazos

como el día que mágicamente emergí de tu cuerpo y me arrullaste a tu lado,

ahí mismo supimos que el viaje sería inextinguible, sempiterno y sinigual.

                                                            FIN











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