CÓMO DOMAR LAS EXTERNALIDADES NEGATIVAS

APUNTES PARA UNA RESILIENCIA DURADERA Y COMPLEJA 

Rodrigo Camacho Patón                                          21nov24


* Nuestro país hundiéndose en el mar de la corrupción, la ignorancia, el insulto y la debacle económica.


* La justicia (si todavía se puede llamar así) secuestrada por los energúmenos que conocemos; que encarcelan a todo el que esté en contra de sus descabelladas y absurdas ideologías que nunca dieron resultado en ningún lugar, ni bajo ninguna circunstancia.


* El sistema en general, infestado de ratas de cloaca que se pugnan por una pega en algún ministerio o para ser llunku de algún dirigentillo de quinta.

* La educación (que tampoco sé, si llamarla así) en niveles escandalosamente bajos (ni indicadores Pisa, ni nada que se le parezca por acá), es más, lo que se nota es un malintencionado adoctrinamiento y trasnochada dialéctica victimista y barata (contra el rico, contra el macho opresor, contra el colonialismo, contra el empresario), en suma contra todo lo que genera de alguna manera dinamización económica.


* Descontento social, manifestaciones, bloqueos (muchos de ellos sin sentido y en perjuicio del que desea salir adelante), inflación galopante y sin visos de parar, pérdida de confianza en la moneda nacional, desabastecimiento de divisas, combustibles y honestidad.

Realmente un panorama de pesadilla muy semejante a ciudad Gótica, y ante ello que nos queda, para no entrar en episodios de pánico, locura o desvarío mental - emocional o cuadros de distimia recurrente con posibilidad de chubascos depresivos.

Ante todo ello, qué hacer o cómo sobrellevar la  tormenta?

Pues la verdad y con toda sinceridad no lo sé, a estas alturas supongo que cada quién probará lo que más resultado le da: matecitos de manzanilla, lecturas religiosas, despotricaciones y desahogos grupales, lamentos permanentes con los contemporáneos, gritos silenciosos de impotencia, dolor y frustración, en fin.... cada maestrillo con su librillo y recetario, dicen por ahí...

Pero bueno y con la sana intencionalidad de que esta perorata no quede en sólo eso, ni como un hueco en el desierto, les paso mi receta personal que en realidad viene siendo (y lo admito) un raro sincretismo ecléctico entre heurística, estoicismo y determinismo puro y duro. A saber lo que personalmente aplico para que la herida emocional vaya sangrando menos o sencillamente deje de doler:

+ La LECTURA de mis autores preferidos (que viéndolo en perspectiva no es otra cosa que dialogar con las mentes más brillantes que poblaron y pueblan este globo kafkiano y de efluvios líquidos), internarse en ese apasionante mundo creado por su autor.

+ El ESCRIBIR  me desahoga un montón y también me sirve como una sesión de fisioterapia para el alma, pues a través de ella puedo desahogar el pensamiento y desanudar un poco el ovillo. Tanto si es un artículo como éste, si es un microrrelato o si es una idea o hilo temático para un guión cinematográfico.

+ El EJERCICIO FÍSICO Y LOS DEPORTES: ciclismo que prefiero hacerlo sólo, el fútbol que relaja y desestresa, ese que despeja la mente, que provoca momentos de serendipia mental, donde por paradójico que parezca y mientras lo hago se me atraviesan cuál globos de colores nuevas ideas, otras buenas causas y miles de motivos para estar presente y si es posible tomando la delantera (a nivel intelectual, más que a nivel material).

+ Algunas técnicas recomendadas de MEDITACIÓN y apaciguamiento, entre mis favoritas: Las de respiración, la cultura del agradecimiento, la visualización exterior, la introspección crítica, el mindfulness y hasta la de un buen vino ocasionalmente.

* La MÚSICA (tararearla, cantarla a todo pulmón y sólo, para gozar, extrañar, sentir nostalgia, recordar y disfrutar); el CINE para disfrutar de la historia, entrar en el argumento, diseccionar el personaje, encontrar el mensaje. 

* Los peces, las plantas, la fotografía, los drones, la insustituible bici, la moto que le voy cogiendo gustito últimamente, la escalada, las caminatas y un largo etcétera de cosas, actividades y circunstancias.

En fin hay tantas cosas, pues eso que la carrera continua, el mundo no se detiene y el día prosigue y como bien dicen: Si del cielo te caen limones, pues no te queda más que aprender a hacer limonada y disfrutarla...



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